Paternidad Responsable y Derechos Reproductivo, el Circo para el Pueblo, en la Discusión del Aborto. Carolina Antimán Echeverría Marzo 2012




La nueva falacia que pulula en nuestro ambiente es que necesitamos una ley que despenalice el Aborto Terapéutico, se discutió en la Comisión de Salud del Senado la idea de legislar al respecto y se presentaron argumentos más que contundentes que respaldan el hecho de que en nuestro país no necesitamos una ley , sin embargo por la falta de entereza y consecuencia  de uno que dio su voto, nos encontramos frente a la posibilidad de que se abra la puerta en nuestro país a lo que será recordado en el futuro como uno de los Holocaustos de cobertura Mundial, más atroces de la historia del hombre, el Aborto.
Lamentablemente la discusión se fundamenta en conceptos rimbombantes, que se levantan en pancartas, que se anuncian en los proyectos, pero que son el equivalente a los grandes programas de espectáculo que se presentaban en nuestro país en los años 80, y que sólo tenían como objeto engañar al pueblo evitando levantar polvo acerca de las violaciones a los derechos humanos que ocurrían cada día. En tiempos de dictadura, hubo quienes simplemente no quisieron enterarse de que había gente desaparecida y muerta, y decidieron seguir adelante con su país que “crecía” y “avanzaba”. Siento lo mismo respecto de estos proyectos, pues en la Comisión se entregaron todas las luces acerca de la realidad del aborto y lo que se iniciaría al momento de despenalizarlo con fines terapéuticos, aún así la idea de legislar encontró  el respaldo que algunos esperaban.
Estoy segura que todos hemos conocido la realidad del Aborto, más aún aquellos  sentados en las cómodas sillas del congreso, elegidos democráticamente. Asumo que la conocen, se trata de gente instruida, no pudiesen alegar ignorancia, cuentan con buenos asesores, sin embargo, creo que en su necesidad de quedar situados en los escalones del progreso y la mentalidad de país en desarrollo, quitarán la mirada de las miles de víctimas silenciosas a nivel mundial, y abrirán la puerta al Aborto en uno de las escasos estados donde todavía se protegía constitucional y realmente al no nacido. Nuestra Constitución, en su artículo 19, N° 1 entonces, sólo servirá para recordar que algún día nuestro país protegió a los niños  que están por nacer, sin ningún tipo de discriminación, enfermos, gestados a causa de una violación, o cuyas madres tiene alguna patología 
En un último esfuerzo por invitar a tomar una postura de protección al no nacido, deseo apuntar algunos antecedentes acerca de lo que hoy llamo el circo para el pueblo, los manipulados y engañosos discursos de Paternidad Responsable y derechos Reproductivos.
Los  conceptos de Derechos Reproductivos y de Paternidad Responsable, son 2 bastiones de lucha para la mayoría de los movimientos Pro Aborto o Pro elección en el mundo entero. Además son conceptos que promueven los gobiernos, la OMS, y que son un tema de gran importancia en las Conferencias de Población y desarrollo, a las que asisten una gran cantidad de países considerados  desarrollados y otros en vía de  desarrollo.
Pienso, que hoy más que nunca estamos a una gran distancia del ejercicio de una Paternidad Responsable, de algún modo, el efecto que existe a partir del uso de métodos de Regulación de Fecundidad, excepto el Método Natural, no sólo ha permitido una mayor “libertad” en el ejercicio de la sexualidad, sino que además ha cambiado el concepto de responsabilidad respecto de los hijos, primordialmente desde el prisma del Padre.
Cada ser humano, en general, es concebido a partir de una relación sexual. Aquel vínculo entre el placer y la reproducción, disociado a partir de premisas como “Las parejas tienen el Derecho Humano fundamental de decidir el número y espaciamiento de los hijos  y el derecho a obtener la educación y los métodos necesarios para hacerlo”[1]. Este concepto de tener el Derecho Humano Fundamental a decidir el número y espaciamiento de los hijos, en la realidad es tan sólido como el derecho a obtener la educación y los métodos necesarios para hacerlo. Por lo menos en nuestro país, la plenitud del ejercicio de los Derechos Reproductivos no se logra, pues TODOS los métodos disponibles fallan, inclusive la esterilización quirúrgica, y cómo el aborto  es penalizado, la mujer que se embaraza,  toma el camino de un aborto ilegal, o como la gran mayoría, continúa con el embarazo. El porcentaje de los embarazos clasificados como “No deseados” puede alcanzar hasta más del 50% del total de embarazos. Lo concreto es que los movimientos sociales que luchan por la defensa del ejercicio pleno de los Derechos Reproductivos, tiene como objetivo lograr que se despenalice el aborto, sin apellidos. El proyecto de Ley presentado para la despenalización del aborto con fines terapéuticos, con el patrocinio del Senador Guirardi y Ominami, plantea ““La libertad de decidir y por ende de abortar, se circunscribe en una libertad mayor, que viene dada por el compendio de derechos que implican los llamados "derechos reproductivos". La libertad reproductiva implica también el derecho al aborto de las mujeres[2]””.

De la Paternidad Responsable
Qué difícil puede resultar la crianza de un hijo, cuando como quizás muchos nos hemos repetido, no se nos entrega un manual de crianza para todas las respuestas que necesitamos día a día. Y aún, que difícil puede resultar la crianza de los hijos, cuando se enfrenta sólo con el soporte materno.
Es cierto que en un minuto de la historia la mujer comenzó a ser reconocida como un interlocutor válido, los hombres dejaron de lado ese machismo arcaico que nos relegaba al hacer y nos excluía del pensar. Quizás por eso es que ser una dueña de casa por opción,  en esta cultura marcada por la exaltación de esta libertad femenina conseguida,  se mire con malos ojos, o con un dejo de menosprecio. Quizás, porque sólo algunas décadas atrás era impensado que las mujeres lograran situarse en lugares que requerían más del pensamiento, que de la habilidad para la crianza, antes se arrinconaba a la mujer sólo para labores de crianza y hogar, hoy, es arrinconada por las circunstancias, al trabajo fuera de casa,
Es habitual escuchar del sentimiento de culpabilidad de mujeres que teniendo que luchar como jefas de hogar, deben delegar el cuidado de sus hijos. Pero no escuchamos que exista un síndrome de culpabilidad en los hombres, creo que hoy menos que nunca. Son contadas las excepciones de padres dispuestos a postergar los intereses propios, en pro de formar a sus hijos cerca, impregnados de su carácter, de sus valores. Pero son miles, los que conocemos que no son parte de la mayoría de las labores de crianza, y son muchos los que simplemente abandonan económica y emocionalmente a los hijos, incluso a aquellos que nacieron producto de la relación matrimonial.
Me atrevo a plantear que uno de los causantes de esta desvinculación  del sexo masculino con los hijos, se debe a como se enfrenta el ejercicio de la sexualidad desde el punto de vista de la reproducción. Como se plantea una casi total independencia entre placer y reproducción, el rol  masculina se ha centrado en este y hasta este punto, el placer. La responsabilidad que se plantea para los hombres es el uso del preservativo, que está absolutamente incorporado en el colectivo masculino, pero, eso es todo, lo preservativos fallan o no se usan y para los siguientes, a mi juicio, lógicos resultados que se derivan de un vida sexual activa, la actitud de abandono de los hombres es importante.
La cultura de la anticoncepción, es una cultura femenina,  y está centrada intencionadamente en y para la mujer[3]de hecho las normas nacionales de regulación de la fecundidad están insertas dentro del ítem Salud de la Mujer[4]. La atención, las fichas, los tiempos, están diseñados para atender a una mujer sola, no a una pareja que desea regular su fecundidad.
¿Son consecuencias de ello, esta cultura del abandono de parte de los hombres?, ¿son externalidades que nadie planificó? Las mujeres consiguieron la tan ”anhelada” libertad sexual, y los hombres aún más…..
La realidad hoy tiene una constante que parte desde la adolescencia, Según la Cuarta Encuesta Nacional de Juventud del año 2003, el 44% de los padres adolescentes no reconoce a su hijo/a[5], La Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional de 1998 muestra que el 48% de las madres adolescentes se concentró en el sector socio-económico bajo el nivel de pobreza y el 74% en los dos quintiles de menores ingresos. Según datos entregados por la ficha de protección social, el 44.5 % de los hogares chilenos considerados para esta encuesta, tiene una jefatura femenina[6], de acuerdo a los resultados de la encuesta CASEN 2009, el 47,9 % de los hogares indigentes tiene una jefatura femenina, y un 43.2 % de los hogares en la línea de la pobreza están en la misma situación[7].
Según los datos proporcionados por el registro civil[8], hace 10 años atrás los nacimientos ocurridos dentro del matrimonio estaban en cifras similares a los nacidos fuera del matrimonio, 139.149 y 130.420 respectivamente. Al año 2009 el número de nacimientos se reduce de modo importante, pero la proporción es diferente, los nacimientos ocurridos dentro del matrimonio son 88.584 y fuera del matrimonio 177.256, es decir el 67 % de los nacimientos ocurren fuera del matrimonio.
De acuerdo a las estadísticas entregadas por el INE[9] de los nacimientos ocurridos durante el año 2006 un  61.17 % del total de madres informó su estado civil soltera, pudiésemos pensar que esta situación se presenta  sólo entre las madres menos de 19 años, pero es una constante que permanece en madres de diferentes edades. También los datos manifiestan una paridad mayor en mujeres de la misma edad pero del estado civil soltera.
¿Cómo entonces ajustamos el concepto de paternidad responsable a estos datos? Los programas de Regulación de Fertilidad hablan del logro  de una fecundidad real igual a la fecundidad deseada, y me pregunto si todas las mujeres solteras con más de 30 años y que tienen más de 3 hijos, el cuarto o el quinto hijo, es el resultado de un embarazo planificado en los términos que lo plantean los conceptos de paternidad responsable. ¿Qué falla entonces dentro de este modelo, o simplemente el ejercicio de la sexualidad es imposible de ajustar a las premisas, a mí parecer irreales,  de los programas de regulación de fecundidad?

Se plantea un ejercicio libre e independiente de la sexualidad respecto de la reproducción, esto en el terreno de las ideas. En la realidad las mujeres se plantean ante su vida sexual con expectativas de libertad que se clausuran cuando les falla el método, y los hombres que también ejercen esté “derecho” de libertad, por alguna razón, probablemente por no querer  entender la conexión existente entre sexualidad y embarazo, sienten que lo ocurrido no forma parte de su responsabilidad, es una responsabilidad femenina, y que en un gran porcentaje terminan asumiendo las mujeres solas.
Lo mismo sucede en la adolecente cuyo hijo no es reconocido y en este  44.5 %  de mujeres que luchan solas como jefas de hogar.
Cambio de mentalidad en los hombres.
El uso de métodos de regulación de fecundidad ha cambiado radicalmente la sexualidad femenina, y las manifestaciones de ello todos las conocemos, sin embargo, ¿Cuánto ha cambiado el ejercicio de la sexualidad masculina?
Las usuarias de la gran mayoría de los métodos de regulación de fecundidad son mujeres, y en el caso del hombre el único método disponible no permanente, es el condón y no requiere ningún tipo de control médico para su uso. Los 2 método más usados son los hormonales y los dispositivos intrauterinos, y ambos requieren  la intervención de un profesional de la salud para su indicación, colocación, y control, sin ir más lejos las mujeres usuarias del sistema público tienen un carnet en el que van registrando todas la visitas a controles.
Las mujeres, asisten solas a las consultas, reciben solas las indicaciones y toman la responsabilidad de la fecundidad de ellas y de sus parejas.
Inevitablemente, de esta forma cada mujer se está, entre comillas, haciendo responsable de su fertilidad, se hace responsable de lo que pueda suceder con uno de sus óvulos y también con los millones de espermatozoides de su pareja.
Los métodos de Regulación de Fecundidad, han  aparentemente, aislado el tema del placer de lo netamente reproductivo. Pero, este aislamiento aparente ha sido internalizado en mayor profundidad por los hombres, provocando un cambio de mentalidad al que bautizo como “La Cultura del Abandono”.
Cuando los métodos fallan, que si lo hacen, las mujeres asumen la falla y enfrentan el embarazo, el cuidado y la crianza del hijo. En el caso de los hombres, cuando ocurre un embarazo que no deseaban, asumen que no es su responsabilidad y de forma cada vez mayor no asumen ni el embarazo, ni la crianza y cuidado de los hijos.
De los Derechos Reproductivos
Son los conceptos  de Paternidad Responsable, de Derechos Reproductivos[10]  los que plantean  falsas expectativas respecto de la vida sexual,  actúan  como  una publicidad engañosa. La OMS informa  que existe una no menospreciable tasa de falla en el uso de métodos anticonceptivos.
Si la génesis de los derechos reproductivos estuviese en el real respeto  de la mujer, del hombre, de la sexualidad humana y de la reproducción, con expectativas reales de los resultados de un método, probablemente existirían menos embarazos, y los que existieran realmente serían como dicta la premisa de paternidad responsable, aquellos hijos que pudiesen cuidarse integralmente, POR AMBOS PROGENITORES.
Sin embargo para desilusión de todas aquellos grupos promotores del aborto que plantean los Derechos Reproductivos como parte de los Derechos Fundamentales del Ser Humano, estos nacen como una estrategia de control de población, un deseo de los gobierno por lograr una economía en estado de desarrollo, como se planteó  a partir de un programa de acción mundial, en la conferencia de Población y Desarrollo celebrada en Bucarest en 1974,  y que se consolida aún con mayor fuerza en la Conferencia de Población y Desarrollo en Beijing[11]
Los derechos reproductivos no nacen como iniciativa para respaldar la promoción de una sexualidad sana, o exaltar los derechos de la mujer sobre su propio cuerpo, o la búsqueda de una fecundidad perfecta que nos permita sólo tener el número de hijos que podamos criar integralmente. Los Derechos reproductivos nacen como una continuidad a la necesidad de control de población de los países para lograr  ser desarrollados[12]. Fue en la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo (El Cairo 1994) que se reemplazó el concepto de control demográfico del crecimiento de la población por el concepto de Salud Sexual y Reproductiva[13].  Esto lo podemos observar también en la Conferencia de Población, en Beijing, en los que se declara: Promover la equidad y la igualdad de los sexos y los derechos de la mujer, así como eliminar la violencia de todo tipo contra la mujer y asegurarse de que sea ella quien controle su propia fecundidad son la piedra angular de los programas de población y desarrollo[14].
Veo con un poco de asombro como miles de mujeres levantan la voz para defender sus Derechos Sexuales y Reproductivos, argumentando que se trata de Derechos Humanos, situándolos a la par del Derecho a la vida del No Nacido. Evidentemente han seguido el juego diseñado para el pueblo, realizan marchas, conferencias de prensa, se organizan en grupo, ¿para qué?, para promover el maquillaje que los gobiernos más poderoso del mundo le colocaron al control demográfico de la población. Grandes  ilusas, Grandes ilusos.

Gran parte del esfuerzo que realizan los gobiernos para sustentar sus programas de Regulación de Fecundidad, está motivados tan fuertemente, y blindados de tal forma que hace imposible encontrar que exista algo negativo en ello.
Cómo no va a ser “heroico” y hasta admirable que gobiernos de las más diversas culturas, idiomas, costumbres, recurso económicos, geografía, razas etc., sean capaces de establecer acciones y manifiesten voluntad política para reducir la Mortalidad Materna y la Mortalidad Infantil, entre otros. Fueron 179 Estados que en el año 1994 se reunieron en Beijing para hablar de “Población y Desarrollo”,  para hablar de los derechos que cada ser humano tiene en materia reproductiva, de motivar a los gobiernos para que analicen sus políticas de población y las vinculen con el logro de metas sociales y económicas. Se planteo que los servicios de planificación familiar deben estar disponibles para todos, sin ningún tipo de discriminación, y en aquellos en los que el aborto es legal, este servicio no debe estar disponible sino que además debe ser entregado con calidad.

Cómo no será atractivo para el chileno común y corriente, que muestro gobierno haya establecido en el año 1997, dentro de sus Prioridades Salud País,  la Salud Sexual y Reproductiva[15].

Recuerdo aquel ejemplo que Jesús relató para explicar a un Interprete de la Ley que buscaba probarle, qué debía hacer para heredar la vida eterna (Lucas 10:25). Jesús le explica que no sólo se trata de amar a Dios, sino de Amar al prójimo. Entonces le enseña acerca de un hombre que fue asaltado, y dejado en un camino. Junto a él, pasaron las 2 figuras que representaban la autoridad espiritual de Israel, un Sacerdote y un Levita y ellos no hicieron nada, pero hubo uno que si sintió compasión por ese hombre y fue un Samaritano, dice la Biblia que se acercó y le ayudó. Convencionalmente los llamados a tener misericordia son aquellos que poseen los títulos de Autoridad Moral, como los sacerdotes, pero en este caso el único capaz de hacer algo fue un Samaritano, una persona reconocida por el lugar desde donde pertenecía y que socialmente no daba con la altura de un sacerdote o un levita israelí.
El niño enfermo o con una patología incompatible con la vida, sin duda es uno de nuestro Prójimos en una situación de vulnerabilidad absoluta, lo mismo es un niño gestado producto de una violación o cuya Madre se encuentra en peligro de Vida. Todas son situaciones que hacen que un ser humano residente en el vientre materno, se encuentre en un estado de necesidad, de desprotección. Todos los que pasaron por el lado de este hombre moribundo lo vieron, pero sólo uno hizo algo por él.
Para este caso, no sólo se trata de conocer la necesidad de un No Nacido, sino de hacer algo por él, que sea algo más que sólo observarlo. Los llamados hoy a esta protección son los Senadores y Diputados de nuestro país. Algunos verán esta realidad, y se detendrán para ayudar, vendar heridas y costear la protección del No Nacido, ello a través de su voto, otros sin embargo sólo observarán, y en vez de prestar ayuda, optarán por eliminar la vida de aquellos que necesitan protección, también con su voto.



[1] Normas Técnicas y Guías Clínicas  sobre Regulación de Fertilidad, Sección B, Marco Conceptual. Ministerio de Salud, Gobierno (MINSAL)
Instituto Chileno de Medicina Reproductiva (ICMER), Asociación Chilena de Protección de la Familia (APROFA), http://www.redsalud.gov.cl/portal/url/item/795c63caff4ede9fe04001011f014bf2.pdf

[3]La construcción progresiva de los conceptos de Salud Reproductiva y Salud Sexual, así como de los derechos que respaldan su realización, que ha tenido lugar a partir del consenso de la comunidad internacional y de los aportes de la Organización Mundial de la Salud, ha generado importantes cambios en la provisión de los servicios de salud materno-infantil y de  planificación familiar. Este nuevo enfoque de derechos está fuertemente centrado en las mujeres entendidas como sujetos sociales activos, con autonomía, y que producto de la construcción social del femenino hasta ahora vigente, desempeñan múltiples roles en la sociedad. Normas Nacionales de Regulación de la Fecundidad
[5]Normas Técnicas y Guías Clínicas sobre Regulación de la Fertilidad, Ministerio de Salud Chile (MINSAL)
Instituto Chileno de Medicina Reproductiva (ICMER), Asociación Chilena de Protección de la Familia (APROFA), http://www.redsalud.gov.cl/portal/url/item/795c63caff4ede9fe04001011f014bf2.pdf

[6] Base de datos en línea, Ficha de Protección Social, http://www.fichaproteccionsocial.cl/estad/est_int.php?id=10, revisado 13/08/2010

[7] CASEN 2009, Ministerio de Planificación, Gobierno de Chile, http://www.mideplan.cl/casen2009/RESULTADOS_CASEN_2009.pdf, revisado 13/08/2010
[9] Estadísticas Vitales, Informe Anual 2006, Instituto Nacional de Estadísticas, www.ine.cl, revisado   agosto 2010.
[10]Def Salud Sexual y Rep: La salud reproductiva es un estado general de bienestar físico, mental
y social, y no de mera ausencia de enfermedades o dolencias, en todos los aspectos relacionados con el sistema reproductivo y sus funciones y procesos. En consecuencia, la salud reproductiva entraña la capacidad de disfrutar de una vida sexual satisfactoria y sin riesgos y de procrear, y la libertad para
decidir hacerlo o no hacerlo, cuándo y con qué frecuencia. Esta última condición lleva implícito el derecho del hombre y la mujer a obtener información y de planificación de la familia de su elección, así como a otros métodos para la regulación de la fecundidad que no estén legalmente prohibidos, y acceso a métodos seguros, eficaces, asequibles y aceptables, el derecho a recibir  servicios adecuados de atención de la salud que permitan los embarazos y los partos sin riesgos y den a las parejas las máximas posibilidades de tener hijos sanos. Conferencia de Beijing, capítulo  VII, Conferencia de Beijing; http://www.unfpa.org/upload/lib_pub_file/567_filename_finalreport_icpd_spa.pdf, revisado 26/07/2010

[11]Una tendencia particularmente alentadora ha sido la renovada voluntad política de muchos gobiernos de adoptar programas de planificación de la familia y políticas relacionadas con la población. Ffacilitará la transición demográfica en los países en que hay un desequilibrio entre las tasas demográficas y los objetivos sociales, económicos y ambientales; y permitirá equilibrar e incluir los aspectos demográficos en otras políticas relacionadas con el desarrollo. Conferencia de Beijing; http://www.unfpa.org/upload/lib_pub_file/567_filename_finalreport_icpd_spa.pdf, revisado 26/07/2010

[12]Han transcurrido doce años desde que los representantes de 184 estados aprobaran el importante Programa de Acción en la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo (CIPD) celebrada en septiembre de 1994 en El Cairo1. En su busca de métodos nuevos para equilibrar la población y los procesos de desarrollo, el consenso de El Cairo supuso un cambio paradigmático desde el objetivo de controlar el crecimiento excesivo de la población mediante programas de planificación familiar verticalmente estructurados hasta el objetivo de promover la salud sexual y reproductiva para todos mediante la atención primaria de salud y unos servicios de planificación familiar integrados horizontalmente. Salud Sexual y Reproductiva, OMS….
[13] Normas Técnicas y Guías Clínicas sobre Regulación de la Fertilidad, Ministerio de Salud Chile (MINSAL)
Instituto Chileno de Medicina Reproductiva (ICMER), Asociación Chilena de Protección de la Familia (APROFA), http://www.redsalud.gov.cl/portal/url/item/795c63caff4ede9fe04001011f014bf2.pdf
[15]Normas Nacionales de Regulación de Fecundidad, Sección A: Políticas y Programas de Regulación de la Fertilidad en Chile, http://www.bcn.cl/carpeta_temas/temas_portada.2006-10-03.7146246056/mas-documentos-sobre-embarazo-adolescente/NormasFertilidad%20MINSAL.pdf, revisado Mayo 2010.

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